miércoles, 22 de enero de 2014

Amado sol.

¡Oh, amado sol, que das luz a la sombra,
iluminando todo el firmamento,
tejiendo, con tus luces, una alfombra,
cambiable, por el influjo del viento!
Pero, siempre, de una belleza inmensa,
capaz de hacer soñar, al más profano.
Elevando, lo que la mente piensa,
a un fantástico edén, hoy, tan lejano.
Yo, bendigo tu luz, tu colorido,
lo que a todos ofreces, tu calor,
sin ellos, me sentiría perdido.
Me restarías, fortaleza y valor.
Siempre, en tu compañía, yo, me he sentido,
feliz. ¡No me abandones, por favor!

No hay comentarios:

Publicar un comentario