¡Qué abismo es la mente humana!
¡Qué enredos, que vericuetos!
¡Qué misterio de ella emana!
Siempre, estamos predispuestos,
a descubrir lo que entraña,
a deshacer los entuertos,
mas, no, siempre, lo logramos,
porque las mentes no son,
como las imaginamos
y no existe relación,
cuando, a otra, comparamos,
para hallar la solución.
Cada una, es, como es,
diferente a las demás,
por eso, no puede ser,
una a otra, cotejar,
todo está en la lucidez,
del que quiere adivinar
y del interés que tenga,
en descubrir la verdad;
influye, que se mantenga,
una buena voluntad,
que fieles datos se obtengan,
de la subjetividad.
Pero, estoy filosofando
y, a eso, no quería llegar.
Me contento, demostrando,
que, lo importante es amar
y el amor, se va cuidando,
en las mentes, al pensar.
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