miércoles, 1 de enero de 2014

El faro.

En una desierta playa,
preciosa, donde las haya,
dificultosa y angosta,
en un rincón de la costa,
se alza, espectacular,
un faro, muy singular,
que vigila un pescador,
sin nadie, a su alrededor.
Toda su vida, ha pasado,
como si estuviera anclado,
en el fondo de la mar.
Su misión, es encauzar,
con sus focos, titilantes,
a todos los navegantes,
a un desembarque feliz,
sin enroques, sin desliz.
Mientras viva, allí estará
y su entrega, servirá,
para sentirse dichoso
y, hasta, a veces, victorioso,
cuando consigue sacar,
de apuros, al enrocar,
a uno u otro navegante.
Sólo del mar, es amante.

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