Vagué bajo la luna,
por la orilla del mar,
triste como ninguna,
con ansias de llorar,
recordando los días,
felices y añorados
que a mi lado vivías,
tú y yo, enamorados.
Cuantas noches pasamos
el susurro escuchando
de ese mar que adoramos,
en silencio, soñando
con un futuro hermoso,
eternamente unidos,
en la paz y el reposo,
con los cinco sentidos,
que el sino lo frustró,
denegando clemencia
que imploramos tú y yo.
¡Implacable sentencia!
¡Implacable sentencia!
Juanita Orellana,Lloret de Mar,1972.
No hay comentarios:
Publicar un comentario