Si es vivir el respirar,
yo vivo, porque respiro
y no me puedo quejar.
Sin embargo yo suspiro,
porque mi vida no es vida,
simplemente, yo vegeto,
en casa siempre metida,
cada día, como un objeto.
No cuentan mis sentimientos,
ni mis ansias, ni mis penas,
no se escuchan mis lamentos.
Y la sangre por mis venas
fluye como el tiempo, lenta,
sin amor, sin ilusiones.
No se habla, no se comenta,
hay silencio, no hay tensiones.
Me asusta seguir viviendo
como viví y como sigo,
porque yo vivo muriendo
y ese vivir, lo maldigo.
Juanita Orellana,Barcelona, 1984.
No hay comentarios:
Publicar un comentario