martes, 13 de agosto de 2013

Un lujo

Me enamoró aquella costa,
altamente soleada,
con vericuetos, angosta,
vegetalmente adornada.
Con sus calas escondidas,
al abrigo de los vientos,
de las mas bellas habidas
entre miles, entre cientos
y sus rocas, laceradas
por las olas, tan bravías,
se sienten encadenadas
a ellas, todos los días.
Una simbiosis perfecta
entre las rocas y el mar,
que nuestra vista detecta
y se alegra al contemplar
las aristas cinceladas,
por el flujo y el reflujo
de las olas azuladas
y espumeantes. Fue un lujo,
digno de ser recordado,
por su entorno y su belleza,
un oasis marginado
en plena naturaleza.




Juanita Orellana,Lloret de mar,1977.

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