Si tú murieras, me muero,
pues te quiero tanto y tanto
que vivir sin ti no quiero,
todo sería pena y llanto.
Tu vida es mi propia vida,
me alimento con tus risas,
con tu mirada encendida.
Mi suelo es el que tú pisas.
Tus besos me fortalecen,
todo ríe a mi alrededor,
me huele a rosas tu aliento;
despides tanta fragancia
que, agradecido el viento,
lo dispersa por la estancia.
Me atraes, eres especial
por tu manera de ser
y la pareja ideal
que todas quieren tener
.
.
Juanita Orellana,Barcelona,1985.
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