jueves, 29 de agosto de 2013

Reciprocidad

Soy, hacía el sentimiento, vulnerable
en demasía, extraordinariamente,
como el hierro, por el fuego, candente
y, por esa razón, soy moldeable.
Constante en el amor e incansable,
valoro mas el alma que la mente,
no me canso de amar constantemente,
todo, a mi alrededor, es entrañable.
Entiendo que sin reciprocidad,
el amor a morir lo condenamos,
su perfección requiere una igualdad
de sentimientos o lo situamos
en terreno de inferioridad,
que acaba destruyendo lo que amamos.

Juanita Orellana,Barcelona,1950.

No hay comentarios:

Publicar un comentario