Declina el sol, como mi vida,
entre las nubes, radiante y lento,
hacia el ocaso, como un evento,
que embruja a un alma, entristecida.
Radiante siempre en su partida,
yo, embrujada, mis años cuento,
que ya son muchos, así lo siento,
harto cansada y envejecida.
Yo me recreo con su fragancia,
tan grata y dulce, años perdida,
la más dichosa por mí vivida
y, sin quererlo, vuelvo a la infancia.
Juanita Orellana,Barcelona,2000.
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