
y su imagen, etérea y alada,
la percibo envuelta en el yodo,
en la sal,en la arena mojada,
como entonces y del mismo modo.
Y el sonido del agua, al batir,
con estruendo la roca salvaje,
me recuerdan tu alegre reír,
tus miradas, tu dulce lenguaje.
Y tu inmensa tristeza al partir,
obligado hacia ignotos parajes.
Juanita Orellana,Lloret de Mar,1984.
No hay comentarios:
Publicar un comentario