me relajo, me
inspiro sin medida,
agradezco este
estado de mi vida
que hoy, sin
dudarlo, puedo disfrutar.
Soy feliz simplemente
al contemplar
cuanto mis ojos ven
y agradecida
por dar. luz a mi
alma envejecida,
que se siente
elevada hacia un altar.
Del que emana una
paz infinita
que se expande a
nuestro alrededor,
y a disfrutar del
mar y el cielo invita.
Su majestuosidad y su
esplendor,
sin saber el por qué, mi cuerpo agita.
Mi estado, ahora mismo, es superior.
Mi estado, ahora mismo, es superior.
Juanita Orellana,La Rábita(Granada),1988.
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