viernes, 23 de agosto de 2013

Lustros

Hoy la cima de mi vida la alcancé,
por la empinada cuesta que subí.
tropecé al avanzar, lloré y reí
por el camino angosto que crucé.

Tan escabroso todo lo encontré
que no acierto a saber por qué seguí
vericuetos estrechos que elegí,
ni por qué divagando me alejé.

¿Fue, quizá,. mi camino equivocado?
¿La bruma que sin duda, me envolvió
la causa fue de mi evidente estado?

No puedo contestar, mi ego, mi yo
se sumerge de nuevo en el pasado,
que en un halo suave se esfumó.



Juanita Orellana,Barcelona,2004.

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